domingo, 10 de octubre de 2010

Encuentro, Seguimiento, Testimonio...

Este fin de semana estuve con un grupo de catequistas de uno de los Barrios del Oeste de Caracas llamado Carapita... Allí hay una hermosa parroquia que llevan los padres de la Consolata. Me invitaron a coordinar un retiro espiritual en el que profundizáramos sobre el Testimonio que todo seguidor de Jesús está llamado a dar...

Retiro catequistas carapita 2010

Me encanta trabajar con estas personas porque siempre termino yo evangelizada, además agradezco la confianza que me tienen al encargarme estas tareas.

Asistieron hermanas de la Consolata y Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, era la primera vez que hablaba con estas hermanas... son muy agradables.

Esta parroquia es muy grande y tienen capillas en distintas zonas del Barrio en las que se celebra la Eucaristía, se recibe catequesis y se tienen coros o grupos juveniles. Cada capilla esta coordinada por alguna de las distintas congregaciones religiosas que hacen presencia en el Barrio, de esta manera tienes muchos carismas enriqueciendo la vida parroquial.


Cada vez que voy a esa parroquia me siento feliz de ver el Reino gestándose en una Iglesia que ha hecho opción por los pobres como Jesús de Nazaret lo hizo y como yo aspiro hacer cada día. Claro que estoy bien lejos de esa meta, no es tan simple el asunto, se trata de un cambio completo en el esquema de interpretación de la realidad, se trata de pasar a leer la historia desde las victimas de esta historia... Todo se ve diferente desde ahí y fue ahí que Jesús se ubico.

Al regresar a mi comunidad, le rogué al Señor que cada día más personas a mi alrededor hicieran esa opción por los pobres, de manera que sea más fácil para mí aprender a hacerla. Y agradecía el compartir con aquellos que ya llevan un camino adelantado en su seguimiento, con quienes puedo asimilar las lecciones del evangelio que cuestan  más y ser cada vez más su discípula. 


Cuando veía el grado de entrega de esos catequistas, sacerdotes y religiosas me preguntaba por qué hay tanta gente en la Iglesia que se consagra al Señor para  luego evadir el trabajo por el Reino y, además, sabotear a los que trabajan por ese Reino con tonterías como la competencia, chismes, envidias y ansias de destacar. Si nos centramos en el Seguimiento de Jesús no estaremos tan entrometidos en lo que no tiene que ver con su Reino...

Al final del Retiro, en el último encuentro de oración en que meditábamos la misión de Jesús, esa que nos dejó a nosotros, vi claramente que  una vez que te decides a seguir a Jesús es inevitable la opción por los pobres, al menos me pareció que en el evangelio está muy claro:
"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4,18-19). 

Confío en que Jesús de Nazaret, el Único Maestro nos transformará cada día en verdaderos seguidores de su Evangelio y proclamemos así su BUENA NOTICIA A LOS POBRES.