miércoles, 9 de enero de 2013

Año nuevo... no tan nuevo

El 2013 ya ha llegado hace varios días y las vacaciones navideñas las hemos dejado atrás. De repente nos vimos envueltos en la vorágine de nuestra historia colectiva... Sólo encender la radio, la televisión o asomarme a un periódico y ya me siento cansada y aburrida.

La situación política  del país me da tedio... son demasiados años en lo mismo. Cada nueva escalada de pasiones que desata algún acontecimiento sólo viene a echar leña al fuego pero al final no parece que avancemos hacia ninguna parte.

En mi opinión estamos estancados en una polarización que impide ver el país como un proyecto común en el que no se puede dejar a nadie fuera, en el que es necesario hacer alianzas porque nuestros problemas sociales nos superan.

Y mientras los que llevan el país hacen lo que les da la gana, tenemos una generación de adolescentes sin futuro a los que cada vez le es más ajena la palabra vida. Para mí el principal problema del país es nuestra falta de futuro. ¿Cómo están nuestros liceos? ¿Cuántos venezolanos terminan el sexto grado? ¿Y el Bachillerado? ¿Y la universidad? ¿Con qué promedio lo terminan? Este descuido de la educación pública sólo agranda la brecha entre ricos y pobres porque las oportunidades no son para todos sino para el que puede pagar una educación de calidad en instituciones privadas.

Y en medio de esto permanece Fe y Alegría como una alternativa de futuro para los más pobres, con un trabajo arduo a veces con tintes de imposible... Y es por esto que me parece una verdadera injusticia que la Ministra de Educación haga nuestra labor más difícil con su cruzada personal contra la AVEC.

Estamos a la expectativa, orando para que el nuevo convenio que fue firmado a oscuras sea corregido y no venga a afectar el funcionamiento de Fe y Alegría...

Por eso este 2013 me parece ya viejo, porque nace con el peso de los problemas que nos cargaron en años anteriores y que ya me tienen aburrida... Y para un Asperger el aburrimiento es algo terrible.

Jesucristo vino a traer Buenas Nuevas... así renovó la vida. La Buena Noticia era él mismo. Necesitamos urgentemente su presencia en nuestro país, no un montón de devociones impersonales que tapan el mensaje radical de su evangelio y entretienen mientras nos hacen paladear un gustillo fariseo  de sentirnos mejores que los demás. Ciertos sectores de nuestra Iglesia Católica aburren con tanta coronilla y tan poca misericordia y solidaridad.

En fin, mañana nos caerá el chaparrón de noticias, que ya está desatado desde hoy gracias a las declaraciones del Tribunal Supremo de Justicia del que no se puede esperar que diga otra cosas que la posición de su partido. Y pasado mañana vendrá otra nueva arbitrariedad a poner los pelos de punta a todos y seguiremos arrojando ríos de palabras sobre los derrames de verborrea de cada quién.

Y mientras tanto, mis exalumnos se fugan de clase para ir a matiné, sufren Bullying en el liceo al que los zonificaron, carecen de profesor en alguna materia, reciben guías para trabajar en casa porque están reparando la infraestructura, desertan porque un profesor loa humilló o porque les han amenazado o creen que es inútil seguir estudiando y más de una termina embarazada con una precocidad que espanta. Y no hablemos de los que empiezan a experimentar con la droga o son reclutados por una banda o se unen a alguna tribu urbana para sentirse alguien. O los que andan confundidos con su sexualidad y se etiquetan a sí mismos con orientaciones sexuales no convencionales porque así al menos llaman la atención.

En fin... hoy le doy la bienvenida al 2013... tengo intenciones de descargarme el peso viejo y asumir el reto nuevo de sembrar ser parte de las soluciones y no de los problemas del País.